La Universidad Tecnológica de Silesia coopera con el Instituto de Metales No Ferrosos de la Red de Investigación de Łukasiewicz con el objetivo de crear filtros de nanofibras, un material que se parece a la seda en apariencia y tacto. Durante el procesamiento, se puede modificar ampliamente sus propiedades.

Los científicos quieren que el filtro se haga relativamente barato (como una máscara quirúrgica), pero tan efectivo como el N95 (que brinda aproximadamente un 95% de protección). El filtro podría incorporarse en los bolsillos de las máscaras de algodón cosidas por voluntarios. Gracias a esto, una máscara simple se convertiría en protección especializada. Además, gracias a los filtros reemplazables, las máscaras podrían utilizarse por más tiempo.

Producir filtros será un gran contribución en la lucha contra la propagación del coronavirus COVID-19. Las nuevas tecnologías apoyarán no solo el trabajo de los científicos, sino también las personas involucradas en la costura de máscaras protectoras como parte de las campañas sociales, informa la Universidad.