Los científicos polacos, chinos, alemanes y japoneses han aprendido los detalles de la estructura del escarabajo incrustado en ámbar. Utilizaron el segundo acelerador de partículas europeo más grande. Los resultados han sido publicados en el Journal of Systematic Palaeontology.
Describir Lepiceratus ankylosaurus, un escarabajo del período de cretáceo del suborden de reliquias Myxophag y rastrear la historia evolutiva de este grupo, no habría sido posible sin la tomografía sincrotrónica. Esta técnica permite romper las impurezas del ámbar parcialmente opaco y mirar a través de burbujas de aire y capas de resina lechosa, e incluso dentro de un insecto.
El animal, con solo 1,7 mm de longitud, podría identificarse como un nuevo género y especie y compararse en detalle con sus parientes modernos. El sincrotrón permitió obtener una imagen tridimensional completa, por lo que hizo posible rotar la visualización 3D y examinar el escarabajo desde cualquier lado, informa la Universidad de Wrocław.