“La consistencia se asemeja a las algas, tiene un regusto ligeramente salado. No sabe a espinacas, pero tampoco sabe a pollo. Por lo tanto, es un gusto completamente nuevo”, explica Stanisław Łoboziak del Centro de Ciencias Copérnico (CNK) en Varsovia, quien es el autor del experimento cuyo objetivo fue cultivar la carne de pollo en una hoja de espinaca.
Para crear el producto presentado en el Centro de Ciencias Copérnico, los científicos de Varsovia colocaron células de pollo en un esqueleto de celulosa de hojas de espinaca. Como subraya Łoboziak en una entrevista con la Agencia de Prensa Polaca, la cría de una hoja con carne de pollo dura aproximadamente tres semanas, lo que es más rápido que el pollo «tradicional» destinado al sacrificio.
La carne cultivada en el laboratorio se obtiene de células recogidas de animales vivos: una muestra del tamaño de una cabeza de alfiler es lo suficiente. Esto significa que en el futuro será posible obtener carne sin matar animales.