Karina Kijak, estudiante de la Universidad Médica de Pomerania en Szczecin, participó en la misión espacial analógica EIRENE que consistió en una simulación de la misión a la luna en la base de LunAres en Piła. También participaron astronautas analógicos de Polonia, Chile, Chipre y México.

Los participantes estaban aislados del mundo exterior y solo podían dar un paseo con trajes espaciales dentro del hangar que simula la superficie de la Luna o Marte. Allí, realizaron las tareas como recolectar muestras o probar un rover espacial para transportar materiales y penetrar el terreno.

Karina Kijak, como oficial médico, llevó a cabo un control de salud diario de la tripulación, controlando el peso, la duración y la calidad del sueño de los participantes, la presión arterial, la temperatura, la oximetría de pulso y la cantidad de agua consumida a lo largo del día. También realizó entrenamiento físico para la tripulación, con el uso de ejercicios de grupos de músculos individuales.

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