Las estudiantes de la Universidad Tecnológica de Wrocław recibieron el tercer premio en un concurso internacional de arquitectura.

La competencia consistió en desarrollar una casa de un solo hombre, que se puede usar durante todo el año, con una superficie máxima de 15 metros cuadrados y que pudiera ubicarse en el bosque que rodea el lago Bezdibene en Letonia. La cabina debía permitir una meditación tranquila y tenía que estar equipada con instalaciones sanitarias, cocina y calefacción.

El diseño de Karolina Kiełpińska, Marta Lisiakiewicz, Emilia Oworuszko y Aleksandra Białkowska es, sobre todo, una solución ecológica. La energía para iluminar el interior es proporcionada por paneles fotovoltaicos, y el edificio se calienta utilizando un calentador del aceite.

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