La Dra. Justyna Jońca de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la Universidad Tecnológica de Wrocław desarrolla una nariz electrónica, un dispositivo para detectar las fuentes de olores desagradables y controlar su nivel en nuestro entorno. El proyecto SENSODOR de tres años se financia con una subvención del programa Marie Skłodowska-Curie.
La nariz electrónica consta principalmente de una matriz de sensores, y cada uno de ellos consta de capa sensible que puede estar hecha de polímeros u óxidos de metales semiconductores. Sobre la base de las señales recopiladas de la matriz, se creará la “huella de olor”, un propio patrón único que tiene cada mezcla de fragancias al igual que una huella dactilar humana.
Las muestras también serán analizadas por un panel de personas. Los resultados de ambas mediciones se ingresarán en una computadora que, gracias al uso de algoritmos de aprendizaje automático, finalmente podrá determinar la concentración e intensidad del olor de una muestra desconocida, informa la Universidad.
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